El sector de la tecnología de la madera y de la industria del mueble ha tenido una evolución muy positiva en 2018. Según los datos finales elaborados por la oficina de estudios de Acimall, la confederación que agrupa a las empresas del sector, el año 2018 finalizó con una producción nacional de 2.514 millones de euros, lo que supone un excelente 10,6% más que el año anterior. Este resultado, el mejor de los últimos diez años neto de inflación, estuvo determinado por un primer semestre muy positivo tanto en el ámbito interno como en el de las exportaciones, al que siguió un segundo semestre del año que se mantuvo en los niveles alcanzados en junio.
También en 2018 el sector confirma su propensión a la exportación, que registra 1.721 millones de euros, es decir, más del 8,2% con respecto a 2017, gracias principalmente a los mercados europeos, que representan alrededor del 70% del total de las exportaciones, y norteamericanos, en particular los Estados Unidos.
Las ventas en el mercado nacional también fueron excelentes, alcanzando casi 800 millones de euros, un 16,4 por ciento más que en 2017. Esta cifra, que también se considera la mejor de los últimos diez años, viene determinada por varios factores: el retorno a la inversión tras un largo período de estancamiento debido a los años de crisis, la reanudación de la producción de muebles “made in Italy“ y, especialmente, las medidas desarrolladas por el Estado italiano en relación con la denominada “Industria 4.0“.
Estas medidas incluyen la ampliación de la ley Sabatini para la financiación de la compra de maquinaria, el incentivo fiscal para el crédito fiscal y para las inversiones en investigación y desarrollo.
La introducción de medidas como la “superamortización“ y la “hiperamortización“, esta última ampliada también en 2019, para la compra de nueva maquinaria, también ha demostrado ser importante.
En 2018, las importaciones ascendieron a 242 millones de euros, principalmente de Alemania, China y Austria, mientras que las importaciones de la India, Polonia y Turquía están en aumento.
La balanza comercial, es decir, la diferencia entre exportaciones e importaciones, se situó en 1.479 millones de euros en 2018, un 5,5 por ciento más que en 2017. El consumo aparente fue de 1.035 millones, con un aumento de 19 puntos porcentuales.

El contexto internacional

En 2018, el liderazgo en la producción y venta de tecnologías para el sector situó a Alemania, Italia y China a la cabeza.
Los fabricantes alemanes vendieron máquinas en el extranjero por 2.400 millones de euros, un 2 por ciento más que en 2017; Italia se detuvo en 1.600 millones de euros, incluidas las herramientas, mientras que China sigue reduciendo la diferencia con el “made in Europe“ en 1.532 millones, un 11,7 por ciento más.
Cabe señalar, sin embargo, que en las exportaciones alemanas las tecnologías para la primera transformación de la madera desempeñan un papel importante. Alemania concentra sus exportaciones en cinco mercados: Estados Unidos,
China, Polonia, Austria y Francia, mientras que Italia se caracteriza por una amplia presencia en muchos mercados.
La clasificación de los principales países exportadores de maquinaria para trabajar la madera continúa con Taiwán y Austria, respectivamente, en cuarta y quinta posición.
En 2018, Taiwán exportó tecnologías de madera y muebles por 586 millones de euros, lo que supone un ligero descenso respecto al año anterior, especialmente a Estados Unidos y a la vecina China.
Austria cerró el año 2018 con un volumen de ventas de 505 millones de euros, un 7,4 por ciento más, debido en gran medida al comercio con Alemania.
En sexto y séptimo lugar se encuentran Estados Unidos y Canadá, que cierran 2018 con 304 y 253 millones de euros respectivamente, seguidos de Polonia (203 millones), Finlandia (171 millones) y Japón (132 millones).
Cabe mencionar otros tres países que han registrado resultados interesantes en los últimos cinco años: la República Checa ha pasado de 85 a 125 millones, mientras que Eslovenia ha superado los 100 millones (en 2014 era de 58 millones). Turquía también está mejorando definitivamente su tejido productivo, a pesar de las tensiones políticas de los dos últimos años, exportando máquinas por más de 90 millones en 2018.

Primer trimestre de 2019

Según los resultados de la Oficina de Estudios Acimall, el primer trimestre de 2019 muestra un descenso generalizado de los pedidos, una situación que, sin embargo, debe considerarse fisiológica tras el “boom“ de 2017 y el nuevo crecimiento del año pasado. Sobre esta situación tendrá ciertamente un efecto positivo, al menos en el plano interno, la restauración de la superamortización, contenida en el Decreto de Crecimiento, y el mantenimiento de la hiperamortización para apoyar el proceso de innovación en una clave digital esencial para competir internacionalmente.
Según el estudio de Acimall, en los tres primeros meses de 2019 la industria de maquinaria y herramientas para la madera registró un descenso del 11% en los pedidos en comparación con el mismo período del año anterior. Los pedidos procedentes del extranjero cayeron un 10,2 por ciento, mientras que la demanda interna cayó un 14,5 por ciento.
La cartera de pedidos es de 3,7 meses y desde principios de año se ha producido un aumento de los precios del 0,5 por ciento. Por otra parte, la información recopilada sobre la evolución del volumen de negocios contrasta con la evolución de los pedidos y muestra un aumento del 10,3 por ciento.
Lamentablemente, la encuesta de previsiones muestra que persiste un cierto clima de desconfianza entre los operadores, tanto a nivel interno como internacional, lo que también se ve confirmado por la tendencia de los principales indicadores macroeconómicos que explican cómo el pequeño repunte positivo de la producción industrial que tuvo lugar entre febrero y marzo se debe en gran medida a una recuperación de las existencias.